domingo, 7 de octubre de 2007

De la ignorancia sólo se ríen los tontos

Reírse del no saber de otra persona no es más que reírse de uno mismo. Nadie sabe nada; pues la mentira es tan sólo una verdad dentro de la mente de otra persona. Ni tan siquiera sé si estas palabras mienten dentro de mí, pero lo que sí que está claro es que serán verdad si yo quiero que lo sean. Verdad y mentira en sentido extramoral, como dice Nietzsche.
Cada ser ve y considera verdad lo que él cree, y esa misma verdad puede ser mentira para otra persona. Este bucle de realimentación positivo llega al punto en el que no sabemos quien nos maneja en esta vida, si nosotros ó las personas que nos rodean; por eso deberíamos empezarnos a preguntar qué valoramos más. Si a nosotros mismos o a los demás. Cada persona es dios de sí misma y de cuantas personas ve, toca, huele, imagina, crea.
Con este hecho, se crea una red infinita de humanos, en el que cada uno depende de las acciones de otro, en el que una vida depende del ser al que tienes al lado.
Una risa a costa de otro puede costar una vida, dos, cientos. Nadie puede negar que se ha reído de alguien que pasaba, por lo que sea. Todos somos unos tontos que nos reímos de la ignorancia de las personas. Pero si cada ser lleva la ignorancia en su interior, deberíamos despertarnos cada mañana, mirarnos al espejo y reírnos de nosotros mismos.
El concepto de “aprender a aceptarse” no es más que una mentira inventada para la supervivencia de los débiles. Que cada uno se tire piedras, pues dificulta este concepto para otros. Todos somos buenos; todos somos malos. Egoístas, antipáticos, sexistas, aprovechados. Es nuestra naturaleza, si no fuésemos así, no habríamos evolucionado. Somos una amenaza contra Gaia, sí: pero no puede destruirnos de golpe, pues somos un almacén de CO2 y sin nosotros la temperatura del planeta aumentaría más de lo que la estamos elevando nosotros, destruyendo un sistema de bucles de realimentación perfectamente construido desde la historia de la tierra.
Para no morir por las burlas de otros ignorantes debemos aprender, por esta misma razón, a reírnos de nosotros mismos, y a reírnos de los demás. La próxima vez que pases por delante de un espejo, ríete de ti. De tu ignorancia, de tu aspecto, de tus debilidades (para que nadie más detecte que las tienes), de tus virtudes…de tus textos.

Eva Mª González Soler. 2ºB Bachiller

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo con lo de reírse del no saber de otra persona no es más que reírse de uno mismo, y esque no hay nada peor que la ignorancia. Aunque lo de la verdad es algo bastante complejo.
Respecto a lo de quién nos maneja en esta vida, creo que nuestro entorno nos afecta directamente coaccionándonos y presionándonos sobre ciertos aspectos que terminan influyendo de mayor o menor modo.
Pienso que sería conveniente intentar hacer de la gente que nos rodea y, por supuesto, de nosotros mismos personas algo menos ignorantes.
Por mi parte, voy a empezar riéndome de lo que acabo de escribir, y como no, de mi propia ignorancia.

Arantxa Ballesteros. 1ºBachiller C.

Anónimo dijo...

punKii

la pacienciaaa es una virtuuuuuud

weno eva, k el texto resta bien, asi ke ya sabes riete de ti y de tu escoria de sombra xata!

Salut wapa!

Anónimo dijo...

Simepre han existido las personas que se creen superiores a otros..
Y que suele meterse con las personas inferiores a el o ella; reindose, hacer burlas a escondidas... pero, ¿y si después a la larga todo eso canviase y se volviera al revés?
seguro que trataria a las personas por igual...

Eva M dijo...

Ana Martí! Melómana (jajaja) pero, ¿como me eres asi de punki? jajajaja

Oye yo quiero repetir lo de los bestias...:P

Jajaja arriba el barrio del carmen xata!!!